Sin los mediocres no habría estabilidad en las sociedades; pero sin los superiores no puede concebirse el progreso, pues la civilización sería inexplicable en una raza constituida por hombres sin iniciativa. Evolucionar es variar; solamente se varía mediante la invención.[1]
[1] José Ingenieros: El hombre Mediocre, México, EPOCA, 1967, Pág. 59.
5 comentarios:
Yo leí ese libro y prefiero olvidarlo...tal vez Jose Ingenieros deberia trabajar más en su definición de mediocridad, me atrevo a decir que me dio flojera.
Saludos!
Ese comentario a la hermosa prosa decimonónica de Ingenieros sólo es permisible si, para compensarlo, se es guapa. ¡Qué cosa! ¡Lo eres! Bueno, te perdono. ¿Sí te casarás conmigo, entonces?
No flirteé en tan sagrado recinto.
No lo hice. No lo hago. No flirteo, sino que justifico tal comentario.
Oh! pero que tarde estoy leyendo la respuesta del comentario que hice sobre Ingenieros y pues mil gracias por perdonarme. Señor conejo Feliz, feliz...nosotros no filtréamos, dejenos ser felices ¿o qué no se trata de eso su blog?.
(No pensé que Ingenieros causara conflictos pre-matrimoniales)
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