La pregunta fundamental sobre la muerte, en el ámbito filosófico, viene ante el dato empírico de la depleción vital de un ser. Este cese de funciones vitales, crecimiento, alimentación, reproducción, puede ser entendido de maneras análogas.
En el sentido religioso viene a ser la separación del alma del cuerpo, el primero ha llegado a un punto de corrupción tal que no puede seguir manteniéndose, mientras que la segunda, por ser de carácter inmaterial y eterna, puede subsistir.
Para los emergentistas la vida cesa cuando las condiciones necesarias para la vida, de facto dadas en el cuerpo, dejan de estar presentes y por lo tanto el fenómeno emergente, la vida, deja de hacer su aparición. Así como si a una molécula de agua (H2O) se le remueve el hidrogeno deja de ser agua así mismo un ser vivo al que se le quita el cerebro deja de estar vivo, lo esta en el lapso en que la entropía se apodere de él, pero no más que eso.
En el mecanicismo-materialismo la muerte es la simple falla de alguno de los elementos materiales que hacen posible la vida, que es la simple agregación de las partes, que son razón suficiente, en sentido leibniziano, para esta misma, la vida.
Cuando un ser vivo, muere, en términos racionales, “migra” al no-ser [metafóricamente], “se hace uno con la nada”. Su permanencia óntica en la realidad desaparece, para todos excepto para aquellos que creen en un alma inmortal por dato revelado.
Al contrario de lo que piensan muchos la muerte no es un proceso. Ya Epicuro de Samos era conciente de esto cuando se plantea la pregunta: "¿Por qué temer a la muerte, si mientras existimos, ella no existe y cuando existe la muerte, entonces, no existimos nosotros?"
En el sentido religioso viene a ser la separación del alma del cuerpo, el primero ha llegado a un punto de corrupción tal que no puede seguir manteniéndose, mientras que la segunda, por ser de carácter inmaterial y eterna, puede subsistir.
Para los emergentistas la vida cesa cuando las condiciones necesarias para la vida, de facto dadas en el cuerpo, dejan de estar presentes y por lo tanto el fenómeno emergente, la vida, deja de hacer su aparición. Así como si a una molécula de agua (H2O) se le remueve el hidrogeno deja de ser agua así mismo un ser vivo al que se le quita el cerebro deja de estar vivo, lo esta en el lapso en que la entropía se apodere de él, pero no más que eso.
En el mecanicismo-materialismo la muerte es la simple falla de alguno de los elementos materiales que hacen posible la vida, que es la simple agregación de las partes, que son razón suficiente, en sentido leibniziano, para esta misma, la vida.
Cuando un ser vivo, muere, en términos racionales, “migra” al no-ser [metafóricamente], “se hace uno con la nada”. Su permanencia óntica en la realidad desaparece, para todos excepto para aquellos que creen en un alma inmortal por dato revelado.
Al contrario de lo que piensan muchos la muerte no es un proceso. Ya Epicuro de Samos era conciente de esto cuando se plantea la pregunta: "¿Por qué temer a la muerte, si mientras existimos, ella no existe y cuando existe la muerte, entonces, no existimos nosotros?"
Uno esta vivo o muerto, las personas no se están muriendo, están vivas o muertas, onticamente.
3 comentarios:
¿Y qué hay con Ghost, la sombra del amor?
Me parece que usted tiene un punto; pero por cerebro. Claramente Ghost es un caso de "amor verdadero", por lo cual la Virgen de Guadalupe los ilumino de manera específica y particular. Fue por esta gracia virginal que el alma inmaterial, del fulano, se materializo y así pudo ponerse en contacto con la negra aquella y contarle lo del asesinato, además que pedirle que buscara a su mujer.
Ah. Es que no sabía lo de Guadalupe. Perdón. Así sí lo suscribo.
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