miércoles, 3 de septiembre de 2008

Voluntad

Sacrosanta división que tenemos los humanos que de la voluntad nacen todas nuestras carencias, pero también todas nuestras grandes aspiraciones. Sentados nos lamentamos acerca de aquello que no vemos y al mismo tiempo nos regocijamos con los planes a futuro. La voluntad es un viento que ciertas mañanas se antoja refrescante y diáfano y en otras se manifiesta escarlatino y ardiente. De carencias y vacantes el alma humana se explora en los rincones más álgidos de nuestros deseos. Sueños opalinos nos acarrean a alargabicas disquisiciones. Mares voluptuosos tientan nuestra gallardía.
Terrible y noble maldición esta que ha recibido el hombre que con aquello mismo que se leva se condena. Que vuelve el carbón más negro en el brillante más prístino y que vuelve el alma inmortal en pútrido gusano.

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