lunes, 17 de marzo de 2008

Lo específico de las penas

De manera que si he traicionado a mi país se me encierra, si he matado a mi padre, se me encierra; todos los delitos imaginables se castigan de la manera más uniforme. Me parece estar viendo a un médico que para todos los males tiene el mismo remedio.”[1]

[1] Michel Foucault: Vigilar y Castigar, México, Siglo Veintiuno Editores, 2005, Pág.120-121.

1 comentario:

Juan Manuel Escamilla dijo...

A propósito, ya que tal es el caldo, ¿no os parece que más de algún intelectual debía estar encerrado? Zizek y Fuckould, entre otros. ¿No? Se está haciendo posmoderno, ¿por qué no vuelve usted, señor, a Pitágoras?